El pensamiento político antiguo, desarrollado principalmente en Grecia y Roma, sentó las bases para muchas ideas políticas modernas. En Grecia, filósofos como Platón y Aristóteles abordaron temas como la justicia, el Estado y el gobierno. Platón, en La República, propuso una sociedad ideal gobernada por filósofos, mientras que Aristóteles, en Política, analizó las formas de gobierno reales y defendió el gobierno que busca el bien común. En Roma, figuras como Cicerón defendieron la ley natural y la virtud cívica, considerando que los ciudadanos deben actuar moralmente en la política. Los estoicos, como Séneca, también influyeron en la política al promover la autodisciplina y la virtud como base de una vida justa. El pensamiento político antiguo dejó un legado duradero sobre la importancia de la participación ciudadana, la justicia y la moralidad en el ejercicio del poder.
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